lunes, 30 de mayo de 2016

Pura Tauromaquia Noticias y Mucho Más....Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid "Feria de San Isidro 2016" : 25º Festejo de Abono : "Rafaelillo" destaca con el Cuarto y Da Aclamada Vuelta al Ruedo.

"FERIA DE SAN ISIDRO LAS VENTAS 2016"  FAENA ÉPICA DE "RAFAELILLO" ANTE LOS "ADOLFOS".

FERIA DE SAN ISIDRO MADRID 2016  – VIGECIMOQUINTO FESTEJO DE ABONO : "RAFAELILLO", SEBASTIÁN CASTELLA Y MANUEL ESCRIBANO.

Alta tensión, pelea memorable con un toro singular de Adolfo Martín y una vuelta al ruedo clamorosa. *** Variada corrida de albaserradas. *** Castella, castigado por un ambiente raro, torea muy despacio.

Rafael Rubio "Rafaelillo.


Los tres primeros toros de la corrida de Adolfo Martín eran cinqueños. Cuatreños los demás. El cuarto, hondo y vuelto de cuerna, superó a todos en trapío. Uno de los toros con más plaza de toda la feria. 530 kilos. Una joya. Fue, contra costumbre del ganadero, corrida muy surtida. No solo por la diferencia de edades, que vino a confirmar una vieja noticia: la de que el toro de Albaserrada suele ganar con la edad en calidad, asiento y sentido. El son de los dos cinqueños primeros fue bastante más regular y constante que el de cualquiera de los cuatreños.

El quinto de corrida, alto, casi zancudo y flaco, cornipaso y cornialto a la vez, se acabó resolviendo en una embestida muy pastueña. En el aire común del saltillo mexicano. Muchas cosas hubo que ver en esta fiesta. Se daban por descontado unas cuantas, pero no que el quinto toro, de la reata de los Aviadores, la más pródiga de la casa, embistiera tan a cámara lenta y con tanta bondad.


Sebastián Castella, blanco de agrias censuras sueltas en la tercera de sus cuatro apariciones de San Isidro, pareció el primer sorprendido por el son tan imprevisto de ese toro. Probablemente porque lo había visto acudir solo y a su aire al caballo, salir quebrado de dos varas pellizcaditas sin siquiera emplearse, tambalearse en banderillas y, sí, descolgar pronto, pero flaquear tanto que amenazaba con claudicar o acostarse. Un grito suelto intemperante le mandó un recado al ganadero antes de que el toro virara de rumbo.


Sebastián Castella.

No es común ver embestir a un toro tan despacito. Tampoco ver torear tan al ralentí como lo hizo Castella con la mano izquierda. Ayudándose de la espada, y eso le daba al muletazo un rancio acento. El trazo fue soberbio; el pulso y la colocación también. Firmeza y encaje, los de siempre. El ambiente de plaza estaba muy revuelto y más en contra que a favor del torero de Beziers. El segundo de corrida fue con diferencia el más propicio y sencillo de los seis. Fibroso y musculado, remangado de cuerna, bajo de cruz, serio, aire felino. Galope de vibrante alegría, remate en dos burladeros, fijeza, ganas. Castella, fino con la capa en todas las bazas, abrió faena entonces, en tablas, con una tanda de sentida torería, intercalando el toreo cambiado y ayudado con lacios pases diestros. Se abrió al tercio. Promesa de faena mayor. Dos tandas en redondo –más lograda, ligada y reunida la primera que la segunda, las dos bien abrochadas-, una con la zurda de toreo en línea enganchado por delante, y el remate de dos trincheras, y de pronto se abrieron paso las censuras.

Sebastián Castella pareció desconcertado. Decidió acortar distancias, el toro se apagó y, cuando rompía un corito de palmas de tango, sufrió un desarme. Al segundo intento, una gran estocada sin puntilla. Al rodar, el toro pareció querer volar. Antes de estrellarse contra las tablas de un portón y dejar teñido de sangre el estribo. Por todo eso –también porque la tarde de la corrida de Alcurrucén se había indispuesto en público con un censor y eso sale siempre caro- se encontró Castella a tanta gente tan del revés cuando más despacio estuvo toreando, y tan dejado de sí. A ese quinto toro tan etéreo lo tumbó de otra estocada impecable.

Los protagonistas de la tarde no fueron ni Castella ni los dos toros tan peculiares de su buen lote, sino Rafaelillo y el cuarto de Adolfo, el del trapío tan sobresaliente. Un toro disparado de salida en embestidas de colosal pujanza y algo celosas, y Rafaelillo se estiró en lances de dibujo y poder espléndidos. Un exceso de capotazos antes de varas, porque el toro parecía no ver el caballo y solo tenía ojos para los de infantería. Un puyazo trasero muy peleado; un segundo de fastidiosos preparativos pero que hizo mucha sangre, hasta la pezuña el reguero, Y una desafortunada idea: la de hacer al toro tomar una tercera vara que lo habría dejado roto sin su fondo de toro encastado. El precio del castigo en varas fue que el toro, tardo, se revolviera con un giro de peonza siempre que tomaba engaño. Medias embestidas, ni zapatilleras ni arteras, pero defendiendo al cabo terreno propio.


Manuel Escribano.


"Rafaelillo", Al tardear, parecía medir. decidió plantar cara y apostó por ganar la pelea. Las dos cosas. El cara a cara fue de una tensión tremenda. Secas las gargantas de la inmensa mayoría, la del propio torero y tal vez la del toro también, la mirada fija en Rafaelillo y la muleta a la vez. No hubo dos embestidas seguidas, pero Rafaelillo estaba puesto en el sitio en cuanto se resolvía la primera. Angustioso el ten con ten, aunque pareciera que Rafaelillo, firme de verdad, metidos los riñones, cites con el medio pecho, tenía en la mano el toro y que era dueño. Se pasó miedo. Se daba por acabado el combate cuando Rafael decidió tirar del toro con la izquierda en muletazos ayudados y enroscados, obedeció el toro. Los dos desplantes, frontales y rodilla en tierra, que sellaron las dos tandas más logradas se celebraron como momentos épicos y singulares. Lo fueron. Un pinchazo –encogido el toro- y una estocada sin puntilla. La vuelta al ruedo fue clamorosa. Se caía la plaza. Parecerá increíble pero no hubo petición mayoritaria de oreja.

También el primero de corrida, muy noble fue triturado en tres puyazos, no tan severos como los del cuarto, pero tres fueron. Noble toro, que oliscó y escarbó, y quiso, raro en albaserradas, mejor por arriba que por abajo. Cuando se paró, Rafaelillo tragó sin miedo. Una estocada a capón al tercer viaje. Escribano, que cumplía su tercera tarde de San Isidro, acabó con el tercero de infame bajonazo –un toro de mutante condición que no le dejó pensar ni terminar de ponerse- y pecó de machacón con el único toro de Adolfo que no tuvo el menor interés. El último.




FICHA DEL FESTEJO :
Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, Lunes, 30 de mayo de 2016. Madrid. VigesimoQuinto Festejo de Abono. "Feria de San Isidro 2016". Lleno. 24.000 almas. Primaveral, templado, casi a plomo las banderas. Dos horas y veinticinco minutos de función. Seis toros de Adolfo Martín.

Rafael Rubio “Rafaelillo”, silencio tras un aviso y vuelta tras un aviso. 
Sebastián Castella, división tras un aviso y saludos. 
Manuel Escribano, silencio tras un aviso en los dos.
Brega buena de José Chacón y Álvaro Oliver
Pares de mérito del propio ChacónPepe Mora y Pascual Mellinas.




domingo, 29 de mayo de 2016

Pura Tauromaquia Noticias y Mucho Más....Plaza de Toros de Ledesma "Feria Taurina del Corpus Salamanca 2016" : 1º Festejo de Abono :

"FIESTAS DEL CORPUS DE  LEDESMA   2016"   PUERTA GRANDE PARA LÓPEZ SIMÓN.

MINI FERIA DEL CORPUS DE LEDESMA SALAMANCA 2016 – CORRIDA DE MANO A MANO.

Los Diestros Sebastián Castella y López Simón, en el marco de Las Ferias de La Localidad.


LEDESMA / CARLOS GARCÍA
El torero madrileño Alberto López Simón ha salido por la Puerta Grande del coso salmantino de Ledesma, tras cortar tres orejas.


Completaba el mano a mano el diestro francés Sebastián Castella, que se ha ido de vacío, ya que no estuvo acertado con los aceros.


Se han lidiado seis toros de la ganadería de "El Pilar", escasos de fuerza, en general, y aplaudidos en el arrastre el segundo y el sexto, que le tocaron en suerte a López Simón.

Tarde fría y ventosa, con algún chubasco intermitente en una plaza casi llena.




Se desmonteraron, previa ovación, los banderilleros Domingo Siro (de Salamanca, cuadrilla de López Simón) y José Chacón (de Sevilla, cuadrilla Castella).






FICHA DEL FESTEJO :
Plaza de Toros de Ledesma. (Salamanca. España). Domingo 29 de Mayo 2016. 2° Festejo 1ra Corrida "Feria del Corpus de Ledesma 2016". Toros de La Ganadería de "El Pilar"Bravos, nobles y justos de fuerza para Sebastián Castella, saludos, saludos tras dos avisos y una oreja y Alberto López Simón, oreja tras aviso, saludos tras dos avisos, y dos orejas.

Alberto López Simón: Oreja, Ovación, dos orejas.
Sebastián Castella
: Ovación, Silencio, Aplausos. 












En este mano a mano presentado en Ledesma actuó como sobresaliente Salvador Ruano y salvo los saludos de Domingo Siro por dos buenos pares de banderillas al segundo de la tarde, a José Chacón en el tercero y a Angel Rivas por su vara al dudote, corrido en cuarto lugar, poco más hay en el caletre para relatar. Destacar que el “sombrero que hizo tercero fue devuelto por invalidez ostensible en una de sus manos con la rótula completamente desconcertada, siendo apuntillado desde un burladero y que el “burreño” primero, que abrió plaza, hizo añicos de un topetazo varias tablas de la barrera dando trabajo a los carpinteros para reponer las maderas.

Hoy el mano a mano visto ha sido largo y poco entretenido, vulgar, anodino y con poca vistosidad salvo esporádicos momentos de la tarde. Primero por los toros de "El Pilar" nobles, que estuvieron justos de fuerza, luego añádase la poca entrega y cierta frialdad de Sebastián Castella tal vez más preocupado de su cita con Madrid que de extraer sus mejores esencias toreras ante la parroquia salmantina y unos chispazos de López Simón que toreó descalzo en dos de sus toros, pero sin la gracia poderosa a que nos había acostumbrado y se obtendrá el resultado que no satisfizo a casi nadie.
En fin. La corrida de esta tarde de Ledesma, preparada con toda la ilusión del mundo por José Ignacio Cascón no ha resultado lo brillante que se esperaba sino que fue larga y tediosa, con poca chicha y menos limoná de la imprescindible en este Corpus de toros  ledesmino, aunque algunos subalternos silbaran, eso sí en fea acción absurda y antiestética, mendigando la oreja para sus patrones toreros.








http://fecartoros.blogspot.com/2016/05/ledesma-corpus-2016-salamanca.html
https://criadoresdetorosdelidia.wordpress.com/2016/09/page/3/




Pura Tauromaquia Noticias y Mucho Más....Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid "Feria de San Isidro 2016" : 24º Festejo de Abono : Aguilar Corta Única Oreja ante Miticos "Ibanes"

"FERIA DE SAN ISIDRO LAS     VENTAS   2016"  
ALBERTO AGUILAR CORTA LA ÚNICA OREJA ANTE DESLUCIDOS TOROS DE BALTASAR IBÁN.

FERIA DE SAN ISIDRO MADRID 2016  – 24° VIGECIMOCUARTO FESTEJO DE ABONO : IVÁN VICENTE, ALBERTO AGUILAR Y VICTOR BARRIO.

El matador madrileño corta una oreja del único toro de Baltasar Ibán que se salva de la debacle de una corrida muy desigual y fuera de tipo de la mítica ganadería.

Alberto Aguilar.


Un cartel de agosto, el tiempo de otoño y la Infanta de primavera. Doña Elena, ejemplo de afición. Y los toros de Baltasar Ibán como señuelo de nostalgias. Los míticos ibanes y el nombre de un toro de leyenda: «Bastonito». Y la leyenda épica de César Rincón en el 94. «Bastonito» de 2016 distó mucho su pariente lejano. Cinco camadas y 22 años depués otras hechuras y 80 kilos más. Montado, aleonado, el lomo quebrado, la culata escurrida, la cara engatillada. Como dos toros en uno. No se quiso comer el mundo (y a Rincón) como aquél. Punteaba algo rebrincado y pronto se refugió en tablas sin maldad. Iván Vicente dejó su sello de estilista en un manojo de verónicas y en algunos pasajes de una faena larga rematada de soberbia estocada. 


La casta de Ibán vino a reivindicarla «Camarín». De armónicas líneas, bajo, chato, de morrillo astracanado y sería expresión. A todo tren puso sus 560 kilos de salida. Vibrantes verónicas de poder de Alberto Aguilar, ganadoras de terreno, un paso siempre por delante de la trepidante repetición de «Camarín». Nota para una segunda vara en largo del toro; el primer puyazo corrido notablemente agarrado por José Carlos Sánchez. Quedó la parroquia con ganas de un tercer encuentro. Entre tanto, Alberto quitó por tafalleras, un farol invertido y un airoso remate.

Alberto Aguilar brindó al público con esperanzas. Los doblones de castigo trataron de ahormar a «Camarín», que saltaba por encima de los muslos del torero y descolgaba con ambición de muleta. Su bravura marcó un ritmo bárbaro en aquellas dos series de un bravo Aguilar. Impactó a la gente hasta entonces el toro y desde entonces fue otra cosa. Exactamente desde el paso por la izquierda. Como si lo hubiera dado todo. Aguilar lo comprobó en su regreso a la derecha -la embestida ya no se iba de la suerte- y estuvo listo para darle a la faena la medida exacta y atacar la muerte de frente: del volapié salió colgado de un pitón. La espada en lo alto. Y la gente emocionada. Unos con el torero, otros con el toro. Y el cronista valorando los méritos contraídos de uno y otro con la emoción contenida. Paseó Aguilar una oreja.

Tercero y cuarto fueron como el día y la noche. De hechuras opuestas. Uno con 484 kilos y el otro con 606. Uno vuelto de pitones y el otro con la cara abierta. Uno castaño y otro negro. Aquel abordable pese a un tornillazo a mitad de muletazo que casi siempre enganchó a Víctor Barrio y éste un mulo cinqueño que derrotaba por arriba a la defensiva en una obra extensísima de Iván Vicente. Una desconexión excesiva con el espectáculo. O el sentido del mismo.

Iván Vicente.

El basto quinto también con los cinco años cumplidos hacia preguntarse qué fue del tipo de Baltasar Ibán. Picado muy trasero al estrellón, los más nostálgicos quisieron ver lo que no había. Y así en la muleta se arrancó con estilo de bravucón en la frontera 10 veces antes de empalar a Alberto Aguilar en una trágica voltereta: el torero se agarró como si fuese el toro mecánico. Cuando lo despidió, rodó dolorido pero intacto. El Ibán se rajó como desengañado. Y volvió grupas. Alberto le dio mulé por lo bajini.

Un aguacero crepuscular se precipitó sobre la lidia del sexto, un zambombo de 599 kilos. A veces la tablilla funciona como los precios del Hipercor. Víctor Barrio se postró de rodilllas en el tercio. Ese lance de la larga cambiada sería lo único en limpio. Brindó a la Infanta Elena y se enfrentó a los topetazos frenados. Paró de llover. Vinieron los cascabeles de las mullilas. Y arrastraron la tarde. Sonaba el pasodoble de Victoriano de la Serna.


FICHA DEL FESTEJO :
Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, Domingo, 29 de mayo de 2016. Madrid. VigesimoCuarto Festejo de Abono. "Feria de San Isidro 2016". Casi tres cuartos de entrada. Seis toros de Baltasar Ibán. Dos Cinqueños (4 y 5), muy desiguales, fuera e tipo; echurado el encastado 2do sin final; rajadito el 1ro; manejable pese a un tornillazo 3ro; Un mulo el 4to; rajado el 5to; parado el 6to.

Iván Vicente, de malva y oro. Gran estocada (saludos). En el cuarto, estocada y varios descabellos. Dos avisos (silencio). 
Alberto Aguilar, de rioja y oro. Estocada fulminante (oreja). En el quinto, estocada caída (saludos). 
Víctor Barrio, de grosella y oro. Pinchazo y estocada (silencio). En el sexto, pinchazo y estocada (silencio).

ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Diario ELMUNDO de Madrid





jueves, 26 de mayo de 2016

Pura Tauromaquia Noticias y Mucho Más....Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid "Feria de San Isidro 2016" : 21º Festejo de Abono : Hermosa Corrida de Parladé

"FERIA DE SAN ISIDRO LAS VENTAS 2016"  CORRIDA HERMOSÍSIMA LOS TOROS DE PARLADÉ.

FERIA DE SAN ISIDRO MADRID 2016 – VIGECIMOPRIMER FESTEJO DE ABONO : PADILLA, IVÁN FANDIÑO Y JOSÉ GARRIDO.


La de mayores promedios de peso y volumen de San Isidro. Cuatro toros de buena condición. Oficio y entrega de Padilla, resolución de Fandiño con un quinto bravo y firmeza indesmayable del joven José Garrido.

Susto de Padilla en Banderillas.



JUAN PEDRO DOMECQ APOSTÓ este año en San Isidro por el toro monumental. Muy pasada de carnes la corrida del hierro de Veragua del 15 de mayo y por eso, y no solo por eso, se cayeron tres toros. Esta segunda salida de Juan Pedro en el abono, con el hierro de Parladé, vino marcada por pesos en teoría disparatados –el promedio pasó de los 600 kilos- y por una mayoría de cinqueños, cuatro de seis. Solo que los toros pesados pudieron con los kilos sin mayor problema.

El quinto, 650 kilos de tablilla, y los aparentaba, se movió con ganas de principio a fin; el primero, 640 de matrícula, abrió la boca después de banderillas como si se ahogara, pero resistió entero sin duelo y fue toro de nobleza y fijeza nada comunes. Solo uno de los cuatro supertoros por encima de la cota 600, el tercero, dio muestras de flaqueza. Pero no exageradas: rebrincado, llegó a ponerse pegajoso por flojo y no por celoso. El sexto, que acabó con gesto afligido tras largo trasteo, galopó de salida, en varas y en banderillas, tuvo trato bueno y el fondo de nobleza de toda la corrida.

Una de Parladé algo apagada en comparación con las recientes muestras del hierro en Madrid. No tan combativa. Cumplidora sin más en el caballo –el quinto, algo más que eso- y de gesto atento. Ganaderías largas las dos: la de Veragua y la de Parladé. Y por eso pareció un capricho del criador venir a Madrid con mayoría de cinqueños. Y con toros de batir las cifras de báscula, la marca de altura y el remate de culata sin perder por eso armonía. Corrida hermosísima. No hubo toro que no galopara. Eso no había ocurrido en ninguna de las quince corridas previas de San Isidro. No hubo tampoco detalles ni signos de fiereza. El segundo, quebrado por un volatín completo antes de varas, acusó la lesión del batacazo, no metió los riñones, echó la cara arriba al venirse y pareció descomponerse.

El público de San Isidro no es nunca el mismo de un día para otro. Esta jornada vigésimo cuarta de feria fue de la de otro día. Es decir, mayoría notoria de público de aluvión. Como la del sábado de farolillos en Sevilla, por ejemplo. Se echó de menos a un grupo de fieles y fijos para la ocasión: la peña de Iván Fandiño de Tórtola de Henares, “siempre con su torero”. Siempre salvo en esta segunda y última tarde de Fandiño en San Isidro. Si estaban los peñistas de Tórtola, no vinieron de uniforme. Y si trajeron la pancarta titular, no se animaron a lucirla. Y si estuvieron con su torero, no fue como otras veces. Fandiño quiso con el quinto, el mejor de la corrida. Encajados y bien tirados lances de recibo –dos de ellos, muy despaciosos-, una caliente apertura de faena –de largo la reunión primera en los medios, ligazón en redondo, mano baja- y, en terreno menos comprometido, donde no pesara tanto el toro, dos tandas más de mucho aguante y brazo suelto. Hasta que Fandiño optó por torear al hilo, para que cupiera el toro mejor. Dos naturales de una última tanda fueron de lentitud magnífica. Y, soltando el engaño, una estocada de gran corazón. Al toro lesionado lo había tumbado, al tercer intento, de un infame espadazo.

Juan José Padilla, Acreditó su indiscutible capacidad profesional y sus tantas veces probado espíritu de superación. Sitio, colocación, seguridad, mucho aparato. Con sus cautelas: resistencia visible a ligar en serio a pesar de que los dos toros de lote se prestaron a modo. Y con sus apuestas de alto riesgo: irse a porta gayola a saludar al primero con larga cambiada de rodillas, prender seis pares de banderillas, a pesar de haber salido cogido, volteado y apaleado de la primera de las seis reuniones, y el detalle caro de cerrar tercio en el cuarto toro con un par de poder a poder, y de dentro afuera, reunido en el balcón. Largo trajín con el primero de la tarde, muletazos limpios y una estocada caída. Abuso de toreo a la voz con el cuarto en muleteo competente, y, el brazo por delante, una estocada de marca mayor.


 Padilla a porta gayola.


José Garrido.

José Garrido, Valiente y firme de verdad el joven Garrido. Le sacaban dos palmos de altura los dos toros de esta segunda salida suya en San Isidro. Trató de superar el obstáculo con tenacidad manifiesta y sin más ayuda que un capote y una muleta de exiguas dimensiones. No perdonó un quite –en los dos toros de Fandiño, uno por chicuelinas graciosas y otros por temerarias gaoneras-, se fajó de salida con sus dos toros –lances rodillas en tierra, verónicas ajustadas de mano alta-y tuvo el detalle de quitar del caballo al sexto, y de hacerlo toreando como solía su primer maestro, Antonio Ferrera. A los dos toros plantó cara con descaro y sin desmayo, donde fuera. Cuerpo a cuerpo el final de faena con el tercero. Buscando la distancia con el sexto. Siempre encajado. No siempre templado, sin embargo. La espada, punto fuerte de su carrera de novillero y de su primer curso de alternativa, no entró. Se quedaba atrás el brazo. Un pecado: faenas larguísimas. De las de aviso antes de cuadrar.

Iván Fandiño.


FICHA DEL FESTEJO :
Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid. Jueves, 26 de mayo de 2016. Madrid. 21ª "Feria de San Isidro 2016". 21.000 almas. Primaveral. Dos horas y cuarto de función.
Seis toros de Parladé (Juan Pedro Domecq Morenés).

Juan José Padilla, saludos tras un aviso y saludos. 
Iván Fandiño, silencio tras  un aviso y saludos. 
José Garrido, silencio tras aviso en los dos.

Cobraron certeros puyazos Rafael Agudo y Curro Sanlúcar con los dos últimos toros. Dos pares de riesgo de Antonio Chacón al sexto.

BARQUERITO
Foto: EFE y MUNDO TORO.





sábado, 21 de mayo de 2016

Pura Tauromaquia Noticias y Mucho Más....Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid "Feria de San Isidro 2016" : 16º Festejo de Abono : Corrida de Rejones : Puerta Grande de Leonardo, Que Roba el Sueño a Diego Ventura

"FERIA DE SAN ISIDRO LAS VENTAS 2016"  PUERTA GRANDE DE LEONARDO HERNÁNDEZ.

FERIA DE SAN ISIDRO 2016 EN MADRID  – DECIMOSEXTO FESTEJO DE ABONO : CORRIDA DE REJONES : SERGIO GALÁN, DIEGO VENTURA Y LEONARDO HERNÁNDEZ.

El extremeño hace pleno, corta cuatro orejas con dos grandes faenas y abre la Puerta Grande de Las Ventas.



La tarde no podía ser ni más veraniega ni más torera en Madrid. Veraniega por la temperatura, torera por la brillante ausencia del viento maldito de Las Ventas que tantas faenas degrada a lo largo de la Feria pero que hoy ni sumaba ni restaba. En el cartel la terna de triunfadores del 2015. Los tres jinetes que abrieron la Puerta Grande de Las Ventas. Los tendidos llenos comentaban con ilusión que Ventura volvía 15 días después de una gran actuación. Los toros de El Capea aumentaban la expectación ya que los hierros del maestro se han convertido en los últimos años en predilectos de los rejoneadores.


Leonardo Hernández desorejó al tercero en una faena muy intensa ante un gran colaborador de San Pelayo, Canastito de nombre. Tras una lidia perfecta con Champán en la que midió con un rejón el ímpetu probón de la salida que tuvo Canastito. Confió Leonardo en el murube y llevó a cabo una faena muy del gusto de Madrid. Distancia, pecho por delante y gusto en el embroque. Con Amatista y Despacio, padre e hijo respectivamente, desplegó todo un repertorio de alto escuela rematados con quiebros trepidantes. La asombrosa elasticidad del pacense ligó con la flexibilidad de Xarope con el que se adornó acercando su cara a la testuz. El rejón entró fácil y certero. Faena grande de Leonardo Hernández.


Leonardo Hernández, Ante el sexto tuvo que sacar la artillería ante un toro más parado que tuvo obediencia y nobleza. La vibración contagiada subía por los tendidos como la euforia tras un gol en las gradas del Bernabéu. Madrid de nuevo disfrutó con la apasionada faena del extremeño y premió, con cierto exceso, la buena actuación con doble trofeo. Entrega desbocada.

Sergio Galán, Con el Toro "Narciso" apareció como un tiro desde la oscuridad del chiquero y le esperaba en la puerta de toriles a lomos de Amuleto. Una portagayola más en la feria de los esfuerzos y los sustos como armas de levantar el ambiente. Pronto y en la mano, la máxima del maestro, toreó en redondo Galán a Narciso que pese a tener ritmo propio del encaste Murube no terminó de tener el celo necesario para emocionar. Tras la potencia de Amuleto llegó la caricia de Ojeda con el que Galán dejó batidas lucidas. El público entró de verdad en la faena con tres piruetas en la propia cara que remató con tres banderillas cortas a matacaballo que produjo una ovación cerrada y algún trompicón. Tras un rejón de escaso efecto, Sergio cogió la muleta. El toro, ya mermado, no obedeció al conato de macheteo que apuntó el conquense y recibió una ovación tras emplear el descabello. El traje corto, los zahones, la huida del caballo de fondo recordaba a la estampa de la Diosa Rubia del Toreo, Conchita Cintrón, que deseaba pinchar los toros para echar pie a tierra y dejar unas pinceladas de su gracia torera limeña con aroma sevillano que tanto cantaron los toreros de su época.

El cuarto de la tarde no terminó de emplearse a los cites de Galán. La faena fue de más a menos con la guinda elegante de la rosa en todo lo alto. A Sergio no le ayudó actuar detrás del alboroto de Leonardo y el público no siempre valoró los detalles de la faena. La nueva utilización del descabello tras el rejón de muerte no ayudó a que se calentara el ambiente.

Diego Ventura, El segundo de la tarde apuntó violencia en sus derrotes. No se arrugó Ventura que lo dio todo para tratar de conseguir su 11ª Puerta Grande. Con Nazarí llegaron los auténticos quilates de la faena. El propio equino es un completo portento de belleza, valor y torería. Hay caballos que hacen al torero como hábito al monje.

Nazarí tiene una elegancia natural que en un ruedo y con su gallardía se traduce en airosa torería. Ventura clavó en todo lo alto buscando la reunión en todos los encuentros. La preparación del lance, el prólogo del embroque, la antesala de la verdad se tornaron esenciales en una faena muy acertada con auténtico sentido del espectáculo. Otra joya de la cuadra de Ventura es Remate. Su aspecto albino, tan buscado por los caballistas en las ganaderías, provoca tanta grima su mirada como admiración su talento. El toro metió una marcha más al notar en cercanías a Remate, que solucionó con brío después de que Ventura dejará tres banderillas cortas en lo alto. El desatino con los aceros dejó sin premio una buena actuación. Ante el segundo de su lote Ventura no pudo desarrollar todo lo que se esperaba. El toro reservón fastidió a Diego la venganza fraguada hace quince días. Se reservó la estrella de aquel día, Sueño, para torear con él en el quinto. Sueño consiguió por momentos despertar el celo del toro que se enfadaba al sentir las banderillas. El público entró en la faena que tuvo más de espectacularidad que de reunión. La elevada de Remate queda para el recuerdo antes del carrusel con las cortas. El pinchazo y el rejón tardón enfrió el ambiente.



FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, Sábado 21 de mayo de 2016. Corrida de Rejones. 16º Festejo de Abono. "Feria de San Isidro 2016"

Toros de El Capea (1º y 5º) Carmen Lorenzo (2º y 4º),  y San Pelayo (3º y 6º), de juego desigual.


Sergio Galán, Ovación / Ovación.
Diego VenturaOvación / Ovación.
Leonardo Hernández, dos Orejas / dos Orejas.
Incidencias.- Rozando el no hay billetes.

Fuente : http://ruben-villafraz.blogspot.com/