"FERIA TAURINA DE TAFALLA 2015" EL GESTO DE UN TORERO FRANCISCO MARCOS.
FERIA DE TAURINA DE TAFALLA 2015 : 1er PRIMER FESTEJO DE ABONO 1ª PRIMERA GRAN CORRIDA. TOROS DE DOLORES AGUIRRE : LUIS MIGUEL ENCABO, FRANCISCO MARCOS Y ALBERTO AGUILAR.
Francisco Marco. Es así porque tuvo un gesto torero que no olvidaremos y más en los tiempos que corren de tanta contemplación, tanto buenismo, tanto eufemismo para no llamar a las cosas por su nombre y, en fin, tanta memez.
Fuente Texto : toreoenredhondo.blogspot.com/
Por una vez, no empezaremos con los toros como es habitual
en este blog sino con un hombre, Francisco Marco. Es así porque tuvo un gesto
torero que no olvidaremos y más en los tiempos que corren de tanta
contemplación, tanto buenismo, tanto eufemismo para no llamar a las cosas por
su nombre y, en fin, tanta memez.
Ahí tuvo mucha
suerte. Pero es que, al final, tras un pinchazo que el toro escupió, tuvo un
descuido y el toro lo derribó propinándole dos cornadas en el muslo, una de
ellas de doble trayectoria. Este es el momento:
Marco, en gesto de
torero como Dios manda, se levantó delante de nosotros mientras le manaba un
arroyo de sangre y se fue con el estoque a por el toro. Cojeaba visiblemente
pero no quiso retirarse sin pasaportar a uno de los Caracortas de la tarde.
Observen aquí el rastro de sangre que lleva por la pierna y cómo el toro,
resabiado, ya iba directamente a por él. Las cornadas eran de 15 centímetros.
Nos hizo pasar un mal rato porque, además, tuvo que caminar bastante hasta que acabó con él. Y después no quiso que lo llevasen en volandas sino que se retiró por su propio pie. Para quien esto firma, fue el mejor momento de la feria por su dramatismo, por su torería, por su valentía y por su desafío a estos tiempos modernos en que vivimos rodeados de sandeces, de disimulos y de cominerías.
Vamos
con los toros porque vimos una corrida muy interesante y completa aunque
muy desigual de presentación. Estos dos primeros fueron unos mansos que nos
hicieron presagiar otra catástrofe como la de hacía un mes en Céret:
Ojo porque este segundo de arriba fue ocho veces al caballo de las que salió huyendo en todas y coceando en cinco. De fuentes bien informadas pudimos averiguar que había sido probado como semental y, claro, ya sabía que en el caballo no daban almendras garrapiñadas.
Pero
la tarde remontó con cuatro toros de verdad, estos:
El mejor de todos, 'Caracorta-41'. Desarboló a Aguilar en los lances de recibo y el diestro, sin disimulo alguno, se acercó a su picador para decirle '¡pégale!' Le recetó dos varas asesinas, la primera con una carioca alevosa. A cualquier toro menos a este lo hubiesen dejado para el tinte:
Y
cuando Aguilar se perfilaba para matar, iba aún con la cabeza por las nubes
pidiendo pelea. Si el diestro le dosifica el castigo, podría haber ido tres o
cuatro veces al caballo y era un toro de vuelta al ruedo. Vean la estocada
antes de las dos orejas (con una valía para castigarlo por hurtarnos la suerte
de varas bien hecha):
Fue una faena de poder a poder que acabó en empate. Ojo no sea la tarde más completa de Aguilar en toda su vida y ante dos toros de verdad.
Encabo mató tres toros por el percance de Marco (atención: mató Encabo más toros de Dolores Aguirre en una tarde que nuestras queridas figuras ¡en toda su vida!). Pero anduvo falto de chispa, como sin ilusión, visiblemente molesto por el aire. Eso es lo que nos pareció porque perfectamente podría haber acompañado a Aguilar a hombros. Desde Luego, el Encabo de hace seis años, sale a hombros seguro. Vean que por momentos se estiró bien:
Pero
no le perdonamos su desinterés en el primer tercio cuando hacía un mes le
habíamos visto cuidar todos los detalles en Céret y poner los de Adolfo, largos
en el caballo ¿Por qué a los franceses sí y a los tafalleses no?
Y
encima pidió el cambio a su segundo tras un monopuyazo de cárcel cuando era un
toro que peleaba con clase en el peto ¡Qué mal!
¿Saben
ustedes lo que comentaba algún picador en el patio? Literal: 'a ver si mandan de una vez al matadero esta
p... ganadería'. Y esto acompañado de los mejores deseos para la
ganadera que, como supondrán, no podemos transcribir aquí.
Así
vamos en los toros, con los antitaurinos dentro. Pero siempre nos quedará el
recuerdo del gesto de Marco. De aquí a cincuenta años, cuando las corridas ya
hará tiempo que no existen, un abuelo de Tafalla sostendrá este diálogo con su
nieto:
- ¿Sabes lo que pasó hace muchos
años en una corrida? A un torero un toro le pegó un navajazo en la pierna pero
se levantó lleno de sangre y quiso matar al toro. Hasta que no lo consiguió, no
paró y llevaba tres cornadas.
- Pero ¿quién era? ¿Un loco?
- No, un Torero.
Saludos
cordiales desde Tarragona. Rafa.
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