"FERIA DE LA NARANJA DE VALENCIA 1998" "EL JULI" TRIUNFAL EN LA MONUMENTAL DE VALENCIA.
Sección : Feria de La Naranja 1998. Toros en Venezuela. Notas Históricas.
FERIA DE LA NARANJA DE VALENCIA 1998 VENEZUELA : 3er TERCER FESTEJO DE ABONO 3ª CORRIDA DE MANO A MANO : LEONARDO BENÍTES Y JULIÁN LOPÉZ "EL
JULI".
FERIA DE LA NARANJA DE VALENCIA 1998 VENEZUELA : 3er TERCER FESTEJO DE ABONO 3ª CORRIDA DE MANO A MANO : LEONARDO BENÍTES Y JULIÁN LOPÉZ "EL
JULI".
Julián López “El Juli” cortó cinco orejas y estremeció la Plaza
Monumental de Valencia, El venezolano Leonardo Benítez, de pura casta,
cercenó un apéndice. Mucha animación en la tercera corrida de la
Feria de La Naranja, que con casi tres cuartos de entrada, fue testigo de una
tarde memorable.
Fuente
: historico.notitarde.com/
JULIAN LOPEZ "EL JULI" TODO UN HURACAN QUE HACE ESTREMECER LAS PLAZAS...
Claro, como lo escribimos en Taurinas de Notitarde, este niño torero de sólo 16 años de edad hizo parar de sus asientos a los aficionados y desde luego con las cinco orejas que cortó con sus tres toros salió por la Puerta Grande del inmenso coso valenciano estremeciendo sus cimientos.
No vamos en esta crónica a hilvanar sus faenas toro por toro donde a cada uno le hizo una faena distinta llenas de entrega, de empaque, de un valor desmedido, sin importarle la voltereta ni las cornadas y dándole un envidiable sitio a los toros.
Este chaval se conoce al dedillo la técnica taurina donde su precocidad queda ubicada, no sabemos en qué parte del traje de luces, pero sí podemos asegurar también que este niño nacido en Madrid, dará mucho que hablar si lo respetan los toros.
Si bien no pudo ejecutar esa cantidad de suertes que ya estaban olvidadas en los viejos textos de los toros, es porque éstos, en ciertos espacios de la lidia, no se lo permitieron más.
Este "Juli" hizo algunos quites por gaoneras, por faroles invertidos, por chicuelinas, por tafalleras. Y con la muleta dio un recital de cómo se torean los toros sincronizadamente, citándolos desde lejos dejándole la muleta muerta, muy baja para rematar las series con pases sensacionales.
Y por ese camino se fue "Juli" en sus tres toros, por lo que podemos augurar un futuro promisorio, lleno de fama, de gloria, de media tinta derramada y de muchos dólares en el banco.
En su primero, de nombre "Trobero", un toro negro, noble, que no podía disimular su encaste de Murube que fue todo un dije lleno de nobleza y de embestidas largas con transmisión impactante en los tendidos. Aquí el niño cortó dos orejas con una plaza puesta de pie, no sin antes recordar que la espada cayó en el morrillo. Un tanto caída.
La vuelta al ruedo fue sencillamente apoteósica en su segundo toro de nombre "Agradecido", un toro negro chorreado que presentó muchos problemas. "El Juli" lo retó, lo toreó en distintos puntos de la plaza y le cortó una oreja que fue pedida mayoritariamente por el público, sin embargo, para el criterio de la crónica, fue algo apresuradilla, pero también es justicia decir que las localidades la solicitaron con mucha fuerza.
Volvió la apoteosis con nombre "Repeinado", negro, con 492 kilos, alto de agujas con mucha casta y sobre todo con un excepcional recorrido.
Bueno, señores. Con el capote estuvo muy florido. Con las banderillas igual y brindándole al alcalde de la ciudad, Francisco Cabrera Santos, conquistó una larga, bonita e inventada faena que dejó ronca a la asistencia de esta bella plaza.
Pases con la derecha, naturales y muletazos invertidos. Ejecutó en cinco oportunidades el emotivo pase en redondo para rematarlos con la escalofriante dosantina para quedarse más quieto que una vela dejando prendido al animal con los recortes del desprecio y no estando satisfecho con la faena que estaba haciendo ante un toro que jamás abrió la boca, porque no se le permitía ni su raza ni su bravura, echó las rodillas en tierra para regalar cinco escalofriantes pases metido prácticamente en los pitones del bravo animal.
Espadazo algo desprendido, cuestión que tiene que corregir "El Juli", quien está matando así casi todos sus toros, lo que no fue impedimento para que un público enfebrecido, que esta vez llevó muchos pañuelos a la plaza, demandara dos orejas que fueron ordenadas por el señor presidente. "El Juli" salió a hombros por la Puerta Grande cuando la noche y la grandeza de la Plaza Monumental también aplaudían su precocidad torera y a la vez seguía rechazando a esa pequeña caravana de enemigos amargados que quieren torpedear la fiesta brava en Valencia.