"FERIA DE ABRIL DE SEVILLA 2016" LÓPEZ SIMÓN SELLA CON TRIUNFO LA PRIMERA DE SUS TRES ACTUACIONES EN LA MAESTRANZA.
FERIA DE ABRIL DE SEVILLA 2016 : 6° SEXTO FESTEJO DE ABONO : 5ª QUINTA CORRIDA : TOROS DE EL PILAR - MOISÉS FRAILE : SEBASTIÁN CASTELLA, LÓPEZ SIMÓN, MANO A MANO.
Sevilla : Feria de Abril 2016
López Simón El torero de Barajas sella con un costoso triunfo la primera de sus tres tardes de abono en Sevilla. Corazón, entrega, faenas tobogán pero de menos a más. Y la suerte: los dos mejores astados de la corrida de El Pilar.
FERIA DE ABRIL SEVILLA - LA REVÁLIDAD DE LÓPEZ SIMÓN Y CASTELLA.
El torero de Barajas sella con un costoso triunfo la primera de sus tres tardes de abono en Sevilla.
López Simón, en una revolera. |
Los seis toros de El Pilar, de armoniosa cara, fueron muy astifinos. Los dos últimos, cinqueños, los más serios. El cuarto, que apenas superó la barrera de los 500 kilos, el de mejor condición, el de más codicia y entrega, y el de mejor asiento también. Detalle mayor el asiento, porque la cruz de la corrida fue su fragilidad. O lo irregular de su asiento.
Un primero que parecía prendido con alfileres y, sin embargo, se sostuvo en una faena cadenciosa, templada y, ay, larguísima de Sebastián Castella.
Un segundo que romaneó y hasta derribó en la segunda vara porque Tito Sandoval se limitó a señalar el picotazo, y López Simón no se decidió a bajarle la mano.
Un tercero que perdió las manos antes de ver caballo y metió los riñones en una primera vara que lo dejó como anestesiado y sin fuelle.
Un cuarto pareció desencuadernarse después de
banderillas. Falsa alarma. Llevaba dentro más carbón de lo presumido y aguantó
entera una faena tan larga como todas las demás.
Un quinto se afligió
repentinamente, amenazó con echarse una y dos veces, y lo acabó haciendo tres.
No el infarto que revienta un toro -y en Sevilla y en feria ha habido algún
caso- sino una insólita congestión porque el toro había pecado por celoso.
Un sexto que salió galopando pero también
trompicándose, que apenas sangró en varas, fue bravo en banderillas, se fue al
suelo al quinto viaje de muleta y terminó haciendo de todo un poco: pararse y
tardear y, al cabo, venir y repetir sumisamente.
Este
último fue el más largo de los seis trasteos y a López Simón le mandaron un
aviso cuando estaba cuadrando al toro, el más sencillo de la corrida. Por
sumiso.
Era más una corrida de dos espadas que un mano a mano propiamente.
Castella, sin nada que perder ni ganar pero obligado porque está anunciado en
el abono de Sevilla tres tardes, y en esta primera, con tres toros. López
Simón, con mucho más que ganar que perder porque la prueba de Sevilla iba a
tener bastante más peso que la de hace tres semanas en Valencia. De manera que
la rivalidad estaba difuminada antes de empezar el duelo.
Duelo sin dolor. Ni en quites, aunque Alberto López Simón salió en
los tres toros de Sebastián Castella. Sin mayor gloria. El quite de la corrida,
imperfecto pero gracioso, fue el del sobresaliente, Fernández Pineda, sevillano
capitalino.
Al sexto toro, en los medios. Tres chicuelinas de las que Morante
repescó del repertorio puro de su creador -Manuel Jiménez 'Chicuelo'- y que son
lances infinitamente más complicados que las otras chicuelinas de diario,
convencionales, meras variantes del lance de costadillo. La media que cerró el
quite fue excelente. Castella renunció a quites. El saludo al primero de
corrida, con lacias y verticales verónicas bien encajadas, fue casi redondo.
Función
sin competencia, pero en manos del azar, que puso en manos de López Simón los
dos toros de la corrida. Con el primero que mató anduvo de partida muy
acelerado el torero de Barajas. Abusó de torear no a la voz sino de chillarles
mucho a los toros. A ese segundo de la tarde, con el que buscó antes de tiempo
la distancia corta, y a los otros dos también. Toros sorpresa, de dos faenas
dentro de una. Mucho más brillantes las segundas partes que las primeras. Un
punto revolucionado el arranque del trabajo con el cuarto -muletazos
embraguetados- pero rica la solución de dar, a base de tenacidad, con la mano
izquierda del toro, que era un filón.
Dos tandas severas, ligadas, desplazando en una al toro pero
enroscándose con él en una última que puso caliente la cosa. Los momentos más
rumbosos de la tarde. Los más felices. La faena de reválida, porque, igual que
Castella, López Simón tiene firmadas tres tardes de abono en Sevilla.
La del sexto vino a ser una segunda reválida menos redonda que la
primera. Una faena algo caótica, muy chillona -y la acústica de la Maestranza
es muy chivata-, desigual en todo -cites al hilo, cruces al pitón contrario-
pero sellada por tres virtudes: la ligazón, el ajuste y la entrega. Una manera
medio desmayada cuando sintió al toro casi en la mano y en tablas, que fue
donde pasó lo gordo.
Sebastián Castella.
Sebastián Castella, algo de paso, firmó una pulcra y caligráfica
primera faena, se atragantó a veces con las reacciones celosas del tercero, que
se aplomó luego, y solo pudo ser testigo impotente de la súbita aflicción del
quinto.
FICHA DEL FESTEJO :
Plaza de Toros Real Maestranza de Caballería de Sevilla. España. Jueves 07 de Abril de 2016. 6° Sexto Festejo de Abono. 5ª Quinta Corrida de Toros de la "Feria de Abril de Sevilla 2016”. 7.000 almas. Primaveral. Dos horas y media de función.
Ganadería. Seis
toros de El Pilar (Moisés Fraile).
Diestros. Mano a
mano.
Sebastián Castella, silencio tras un aviso, silencio y silencio.
López
Simón, silencio, una oreja y oreja tras un aviso.
Cuadrillas. Fernández
Pineda, sobresaliente, aplaudido en un quite por chicuelinas al sexto.
Brillantes banderillas de Vicente Osuna, Domingo Siro y Jesús Arruga, tercero
de López Simón, que saludó en los tres toros.
Fuente de Texto : http://www.hoy.es/
Editor : German Parra.
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SALIDA DE LOS TOROS
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