"FERIA DE OTOÑO DE LAS VENTAS DE MADRID 2019" SOBERBIA LECCIÓN DE PERERA Y CUVILLO EN MADRID.
FERIA DE OTOÑO LAS VENTAS DE MADRID 2019. 3° TERCER FESTEJO 2ª SEGUNDA CORRIDA DE ABONO. TOROS DE NUÑEZ DEL CUVILLO, VICTORIANO DEL RÍO, JUAN PEDRO DOMECQ.
El Diestro Miguel Ángel Perera pincha una gran faena a "Portugués". un toro superior al que el "7" quizo devolver.
Rosario Pérez ABC
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Miguel Ángel Perera y «Portugués» - Paloma
Aguilar
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Diez minutos
bastaron para dar la lección de las lecciones. La más soberbia de los últimos
tiempos. En todas sus acepciones de arrogancia y grandiosidad. La
impartió Miguel
Ángel Perera en el quinto capítulo de un mano a mano escrito para Paco Ureña. Pero la historia
tiene su miga. No había agradado a un sector aquel toro de Cuvillo, que echó
las manos por delante en el capote. El «7» pedía su
devolución con los pañuelos verdes ondeando, pero por el palco asomó el blanco.
«¡Presidente, qué mal aficionado eres!», gritaron.
El ambiente no
podía ser más agrio, con esa crispación típica de los «No hay
billetes». Todo estaba a la contra de Perera. Todo menos él, que se puso a lo
suyo con bárbara hombría y no poca fe frente al bajito y hondo ejemplar de Núñez del Cuvillo: guardaba
un fondo
sencillamente bravo. Perera lo lució y citó en
distancias kilométricas, con el pecho y la muleta por delante, dejándose venir
a «Portugués» en su alegre y bravo galope. Qué profundidad tenía. «Y los del “7”
lo querían devolver», se oyó en la sombra. El torero de Puebla del Prior midió los tiempos,
oxigenando las entrañas de la bravura entre tandas, cada cual más mandona.
Soberbio en todos los sentidos –que ya está escrito–, lanzó una mirada
desafiante al tendido de las lanzas en alto. Rendido acabó, como los 23.000
espectadores que llenaban el coso con la monumental obra pererista. Aplastante.
La tercera serie, con poderío y el compás abierto, siguió con muchísimos metros
de por medio, a lo César Rincón. Ahí parió
cinco muletazos de mano baja, con esa hondura del mar adentro, coronado con un
pase de pecho señorial. La gente se partía la camisa, alzaban los brazos al
cielo... «¡Dios existe!».
Historia de una revancha
Cuando emprendió la senda zurda, se hizo un silencio de
expectación. Escarbaba y movía el rabo el toro al compás. Hasta que se arrancó:
menudo tranco tenía. Tres naturales de tela adelantada, a rastras. Rugía Madrid. No resultaron del
todo limpios, pero aquello tenía una emotividad desconocida. Remató en un palmo
de terreno, con raza de figura ante ese «Portugués» que había embestido como un tejón. Vaya cuvillo, qué
fondo, de premio gordo en otro escenario. Ambicioso, quiso más y se marcó unas
bernadinas con el ceñimiento de dos novios en luna de miel. Cuando se perfiló para matar, casi todos (sí, casi)
empujaban el acero. No se sabe qué pasó, si los terrenos o qué, pero Miguel
Ángel falló. No se puede pinchar una faena tan colosal. Y lo que iba para dos
orejas de ley se quedó en una vuelta al ruedo apoteósica, con Madrid a sus
pies, incluso la mayoría del sector protestante. No pudo sumar otra Puerta
Grande, pero ahí quedó una lección para la historia. La historia de una
revancha. Del torero y del ganadero. «Portugués», cosecha de Álvaro Núñez Benjumea, mereció más que aquella ovación. Fue la cumbre en tarde
de borrascas con toros que decepcionaron en su conjunto. El otro cenit lo
protagonizó Ureña, también con uno de Cuvillo. Y curiosamente tampoco había
agradado este toro, un «Ricardito» que se tapaba por su señor velamen y se dolió mansote en
banderillas. Pero Paco Ureña lo exprimió en una apasionada faena, de plena conexión
con «su»
plaza,
prologada por soberanos estatuarios y una trincherilla con la que crujieron los
tendidos. Ureña en Ureña, metido en sí mismo con corazón y verdad, renovando al
natural sus votos con Madrid como gran triunfador de San Isidro. La estocada, a
cámara lenta, desató la pañolada y una merecida oreja. Apostó como un jabato
con el sobrero, un manso geniudo de José Vázquez con el que se jugó el tipo a sangre y fuego en otro ejemplo de
entrega.
Para todo lo demás,
la ficha técnica... Las emociones son otra cosa. En los anales quedará la
lección que un 29-S impartió Perera con un toro que no querían y que fue
superior. Bendita discrepancia. Bendita locura.
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Paco Ureña, pasea una Oreja. |
FICHA
DEL FESTEJO:
PLAZA DE
TOROS MONUMENTAL DE LAS VENTAS. Domingo, 29 de septiembre de 2019. 3° Tercer Festejo. 2° Segunda Corrida de la “Feria de Otoño 2019”. Lleno de «No hay biletes». Toros de
Juan Pedro Domecq (1º y 4º), Núñez del Cuvillo (2º y 5º) y Victoriano del Río
(3º y 6º). desiguales de presencia y juego.
MIGUEL ÁNGEL PERERA, (de lila y oro). Estocada caída (Silencio).
En el tercero, pinchazo, estocada tendida y descabello. Aviso (Silencio). En el
quinto, pinchazo y metisaca. Aviso.
PACO UREÑA, (de canela y oro). Estocada (Oreja). En
el cuarto, estocada caída (Silencio).