"FERIA TAURINA DE FALLAS DE VALENCIA 2017" LA ESCALOFRIANTE COGIDA A JUAN JOSÉ PADILLA.
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Sección : Feria Taurina de Fallas de Valencia 2017. Feria de Fallas de Valencia 2017. Toros en Valencia 2017. Fallas de Valencia 2017. Toros en España 2017. Ferias Taurinas 2017. Toros en El Mundo 2017. Noticias Taurinas 2017.
FERIA TAURINA DE FALLAS DE VALENCIA 2017 : 3ᵉʳ TERCER FESTEJO DE ABONO : 1ª PRIMERA CORRIDA : TOROS DE FUENTE YMBRO : JUAN JOSÉ PADILLA, CURRO DÍAZ Y MANUEL ESCRIBANO.
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Valencia : Feria de Fallas 2017
Toreo y dolor. Qué bonito y qué duro. Eso se vio ayer en Valencia. Eso lo trae el toro. Disfrute y sufrimiento. La vida pendiente de un hilo y la vida hecha gozo. Curro Díaz en la etapa más hermosa de su carrera, embelesó en el quinto.
Fuente : mundotoro.com
Toreo y dolor. Qué bonito y qué duro. Eso se vio ayer en Valencia. Eso lo trae el toro. Disfrute y sufrimiento. La vida pendiente de un hilo y la vida hecha gozo. Curro Díaz en la etapa más hermosa de su carrera, embelesó en el quinto.
Fuente : mundotoro.com
EL TORERO « NO TIENE FIEBRE, HA DORMIDO TODA LA NOCHE Y ESTÁ CONTROLADO»
Última hora : El diestro jerezano Juan José Padilla permanece en el Hospital Casa de la Salud de Valencia, Curro Díaz borda el toreo y Padilla bordea la tragedia, Tras recibir dos cornadas. Una Oreja para cada uno de ellos, mientras que Manuel Escribano que reaparecía fue ovacionado.
Toreo y dolor. Qué bonito y qué duro. Eso se vio ayer en Valencia. Eso lo trae el toro. Disfrute y sufrimiento. La vida pendiente de un hilo y la vida hecha gozo. Curro Díaz en la etapa más hermosa de su carrera, embelesó en el quinto. Su arranque de faena, ensimismado, despacito, muy despacito, reunido, gustoso, la pierna flexionada, la muleta lacia y mandona. Todo tenía ritmo de soleá. Todo era hermoso y melancólico. Era como torear para sus adentros. Y todos lo entendimos. Fue como un calambrazo y a la orden de Curro y su toreo, la plaza se puso a levitar. Galgos y podencos, aficionados y guiris, urbanitas y paisanos, todos clamaban ovaciones para el Curro de Linares que pide sitio en las ferias. No digo con las figuras porque con el ritmo de ayer el sitio de las figuras será el suyo. Si hubiese habido en la plaza los anti más antis lo hubiesen entendido también. Seguro.
Juan José Padilla, Por su parte no quiso quedarse sin éxito, cosas de
torero, carácter y agallas, y una vez más volvió a pasearse por el borde del
precipicio. Parece un designio, Padilla abrazado al drama, Padilla abonado al
milagro. Sucedió en el cuarto. La moneda de la vida que nunca acababa de caer,
jugueteando en su decisión final. ¿Cara, cruz, cara, cruz?... Fue tremendo. Un
descuido, un golpe seco, el equilibrio perdido, la tierra que de pronto
desaparece bajo sus poderosas piernas, el toro encelado con su presa que lo
persigue, un crochet, un derrote, una eternidad, un revuelo de capotes al
quite, esgrima de cornadas, la coleta que vuela, también el parche negro, que
deja al descubierto viejas heridas de guerra. Instantes que parecían siglos.
Fueron los dos momentos de la tarde. El de Curro y el de Padilla. Tragos que no
se olvidan y resumen el toreo.
Curro Díaz, Le concedieron una oreja porque el toro tardó en doblar y porque seguramente
esta sociedad está acostumbrada a otra métrica y pide platos rebosantes sin
reparar que los sabores buenos no necesitan de atracones y porque el noble toro
de Fuente Ymbro acabó apagándose antes de lo que nos hubiese gustado a todos.
Mientras escribo la crónica me cuentan que permanece en la habitación del hotel
por donde comienza a desfilar una feligresía de aficionados como sucedió
siempre con los toreros de culto. Otra oreja cortó Padilla que a esa misma hora
va camino del hospital después de que los doctores le hubiesen recompuesto el
cuerpo de dos cornadas, en realidad nada para lo que pudo ser. Dos costurones
más en su maltrecho cuerpo de guerrero, en el muslo -ésta de dos extensas
trayectorias- y otra en el tórax cerca del corazón.
BRINDIS A LOS DOCTORES
Manuel Escribano, tercer hombre en el cartel, sabe como el que más de
todos esos avatares. Ayer reaparecía tras una terrible cornada en las pasadas
Hogueras de Alicante. De ahí el brindis al equipo de doctores que le arrancaron
de las zarpas de la parca cuando no parecía que hubiese ciencia suficiente para
hacerle el quite. Escribano ayer no contabilizó orejas pero su éxito fue estar
y no perderle la cara a la dura verdad de su profesión.
Manuel Escribano, en Banderillas. |
Sucedió en la segunda de feria. Media plaza, tarde encapotada, toros de Fuente Ymbro, de buena presentación y buen juego en general. El lote de mayor contraste fue para Curro que se llevó el feote segundo y el precioso quinto, mansote el primero y muy noble el segundo. Tuvo carácter e importancia el burraco primero y una interesante movilidad el sexto, más bravucón que bravo.
Además de la entrega, larga y faroles incluidos, a Padilla le tengo
anotado un clásico banderillear a sus toros y dos excelentes estocadas, la
segunda ya herido precedida de pinchazo, y sobre todo un final de actuación
camino de la enfermería herido y orgulloso de los que se gana al personal.
Curro Díaz, en un Cambio de Manos. |
Al arranque de faena de Curro Díaz al quinto le siguieron tres series sobre
la mano derecha que no desmerecieron la apertura. Vertical, reunido y
abandonado, con un aire melancólico propio de un artista en trance de creación,
que enloquecieron. Hubo pellizcos y brujerías varias cuando el toro se apagó y
aunque con la zurda no alcanzó el mismo nivel, para entonces había quedado bien
a las claras que este nuevo Curro de Linares ha encontrado su sitio. Escribano
acabó acusando la inactividad aunque nunca se entregó. Lo dicho, toreo y dolor,
qué bonito y qué duro.
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