"FERIA DE ABRIL DE SEVILLA 2016" ALEJANDRO TALAVANTE CORTA ÚNICA OREJA DE LA TARDE DEL DOMINGO DE RESURRECÍON.
FERIA DE ABRIL DE SEVILLA 2016 : 1ᵉʳ PRIMER FESTEJO DE ABONO : 1ª CORRIDA : DOMINGO DE RESURRECCIÓN : TOROS DE GARCIGRANDE - DOMINGO HERNÁNDEZ : MORANTE DE LA PUEBLA, JOSÉ MARÍA MANZANARES Y ALEJANDRO TALAVANTE.
Sevilla : Feria de Abril 2016
El banderillero sevillano Antonio Jiménez "El Lili" ha recibido una cornada sufrida hoy Domingo de Resurrección en la Maestranza. El cirujano Octavio Mulet, no obstante, advierte que no estará recuperado para poder torear durante la Feria de Abril.
El torero Morante de La Puebla se deja
vivo un toro en su regreso a Sevilla después de hacer un esfuerzo; el matador
extremeño corta la única oreja de la fea, mansa y desigual corrida de Domingo
Hernández.
Cornada grave del banderillero
Lili durante la lidia del complicado cuarto; se colgó el cartel de "No hay
billetes".
Como un dios exiliado, volvía
Morante de la Puebla a la Maestranza. A sus pies el espejo allanado del
ruedo, el lago estancado del albero. Morante, amanecido de un pasteloso
azul cielo y azabache, plateada la coraza del chaleco, se paró y rezó en la
capilla del Baratillo como antiguamente Gallito. Un revuelo estremecía
la calle a su paso camino del patio de cuadrillas. Los tendidos desbordados
de la plaza abandonada lo abrazaron con una ovación de madre preocupada. Pues
era a él a quien esperaba de madrugada; Manzanares ya había regresado un año
antes como un niño bueno y Talavante se presentaba ayer como invitado de
piedra, y como tal lo trataron, sin serlo. La Resurrección del Domingo -Antonio
Burgos dixit-, del Domingo
sempiterno de Romero, se daba en plenitud antes de que saliese el toro.
Y, cuando apareció, el capote
de Morante adquirió un vuelo de mariposa quieta. Poco a poco reguló la mano
exterior de la verónica, que traía sello de tauromaquia vieja. Y pulió hacia
delante la embestida remisa. Pasadas las rayas de picar, cuatro verónicas se
irguieron sobre el pecho, sobre el compás atemperado de la cintura, hasta la
acaderada media de despedida. Los primeros oles de la temporada en
Sevilla sabían a reconciliación. Como el brindis sentido. Pero el toro
siguió fiel a su frenada condición. Ni el escaso castigo le había aliviado el
alma trémula, la humillación negada, las manos por delante. Sólo una trinchera,
el dibujo de la firma y el pase de pecho continuaron los oles de los lances en
los albores. Puede que dos redondos no más. El torero de La Puebla
no alargó lo inalargable y se fue a por la espada.
La espada que en Manzanares
volvió a ser un efectivo tapabocas. El toro de Domingo Hernández respondió a
ese estereotipo desentendido de caballos, suelto y en apariencia distraído. De
amplia cara como el anterior pero de mayor remate, cobró un puyazo en el
caballo que guarda puerta, campó a sus anchas por terrenos de toriles y derribó
como por accidente en la contra querencia. Talavante despertó por embraguetadas
gaoneras el orgullo durmiente de Manzanares, que se apretó por chicuelinas. En
banderillas hubo dos momentos selectivos: el público se quedó con el apurado
par de Rafael Rosa, la afición se fijó en el capote de Suso y
en cómo lo tomó el mansito castaño. A Manzanares aquello no le convenció,
aunque en la tanda diestra inicial -no existen las aperturas de faena para el
matador alicantino- las embestidas se repitieron por abajo. No hubo
continuidad. Hasta la siguiente serie pasaron dos o tres minutos de reloj. Un
enorme paseo. Y cuando sucedió no hubo ajuste. Un esplendoroso cambio
de mano disimuló. El buen pitón derecho se perdió entre la sucia apuesta
por la izquierda y la elección de los terrenos del «7». Para cuando regresó a
la mano del toro rascó tres redondos ya de últimas.
El supuesto invitado de piedra
pegó un puñetazo en la mesa. Alejandro Talavante había saludado con lacios
lances al cabezón negrito tercero de exangüe aliento y estrecha complexión; la
corrida empezaba a parecer fea. Sus huesos molidos volvieron a los corrales. El
voluminoso sobrero de Garcigrande pareció a ratos dañado. Como si se hubiese
lastimado en el caballo; con los palos se constató. Pero el trato, el pulso y
la seda de Talavante cambiaron los augurios. La izquierda del tipo clavado en
la boca de riego de la Maestranza citó con inmensa generosidad. Brotó el galope
como luego brotaría una cierta bravura. Los naturales surgían ayunos de toques,
suavemente ligados, sutilmente embrocados. No había esfuerzo en el
toreo desnudo de ornamentos, no había más que muñeca. Un molinete zurdo
abrió la serie y un pase de pecho eterno la abrochó por todo lo alto. La banda
del maestro Tejera no rompía. Alejandro sí que rompió a torear por la derecha.
Sin obligar tampoco, más quebrado después. Respondía el garcigrande. Y la faena
subía de decibelios pese a la sordina de los tendidos. Para la cuarta ronda
despertó el pasosoble. Tardía la respuesta, fría más que sentida. AT seguía en
el platillo con la verdad por delante, sin darle importancia al toreo que
pasaba por sus muslos y sus espinillas sin un aspaviento más allá de la
arrucina, que salió elegante como la faena esta vez. El cierre
genuflexo desprendió la misma torería que se multiplicó en la orfebrería de
adornos de la faena. La limpia ejecución del volapié amarró la oreja como
la estocada.
Negro como su hosca mansedumbre
saltó el montado cuarto. Un cabrón para llamarse Fantástico. Desde que apareció y midió el capote de Morante, que
se creció en el quite. Inmensas dos verónicas y la media. A Lili le
pegó una cornada el manso, que esperó la llegada furtiva y lo atrapó en la
salida chalequera del par. Le dio arriba y abajo; hizo presa y carne.
Morante de la Puebla travistió
sus tripas de corazón. Un esfuerzo a contracorriente. Puesta la izquierda,
desmelenada la cabellera, trazó dos naturales como crujidos que le animaron. La
cara del toro por el palillo, la fijeza perdida. Y otra vez Morante valiente,
otra vez y otra. Hasta que por alto le quebró el lomo al buey con dos ayudados
bárbaros y abelmontados. De ahí y de todo lo anterior huyó la bestia entre
coces. En la puerta de toriles lo cazó el de La Puebla. Un aviso había caído
ya. Demasiado atravesada la estocada. Sin muerte. La huida
barbeando tablas trajo la impotencia del descabello. La frustración ante los
segundos que pasan sin humillación. Otro aviso. Y otro. El toro vivo al corral.
La Maestranza se dividió. Pero Morante salió a recoger la ovación frente a los
disidentes. La prudencia a veces es la mejor consejera. El esfuerzo
se había hecho, mas el resultado final...
Que Dios les conserve la vista
a los ojeadores de Sevilla. El quinto sumó con sus grandonas y bastas hechuras,
su mansedumbre de atropellar la muleta. Topar no es embestir. Lo saben en casa
de Domingo Hernández y Garcigrande, la casa de los Justos. Manzanares
gastó tiempo y voluntad; la espada reventó al rajado toraco.
Es tan sobrado el valor de Alejandro
Talavante, que probablemente no transcienda en toda su dimensión. Volvió a
hacerlo con un sexto que abría tanto la cara como toda la corrida. Y la
superaba en falta de clase. Y soltaba la cara. No era mejor pero allí Talavante
pisó de nuevo terrenos de fuego. Como si fuese bueno el toro. Y le sacó todo y
más por las dos manos. No hacía falta la música. Que era el convidado de piedra
en la mesa de los consentidos lo sabíamos antes de que sonasen los
clarines. Lo que desconocía la parroquia es que iba tirar del mantel.
Más de lo que la caprichosa gente cree. Una putada el pinchazo postrero. Lástima
que Talavante sólo tenga esta tarde en Sevilla. Entrarían todos gateando
por el aro de su verdad.
DOMINGO HERNÁNDEZ / Morante de
la Puebla, Manzanares y Talavante.
FICHA DEL FESTEJO :
Plaza de Toros Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Domingo de
Resurrección, 27 de marzo de 2016. Lleno de "no hay billetes". Domingo de Resurrección 27 de Marzo de 2016. 1ᵉʳ Primer Festejo de Abono. 1ª Primera Corrida de Toros de La Feria de Abril de Sevilla 2016. Toros
de Domingo Hernández y un sobrero de Garcigrande (3º
bis), agradecido, de menos a más; de aparatosa cara y desiguales hechuras y
remates compusieron un conjunto feo; frenado el 1º; de buen pitón derecho el
mansito 2º; atropellaba el rajado 5º; infumable y el complicado 4º; soltaba la
cara sin ninguna clase el 6º.
Morante de La Puebla, (de azul pastel cielo y azabache). Estocada
tendida y algo atravesada (silencio). En el cuarto, estocada muy atravesada e
incontables descabellos. Tres avisos (saludos con división de opiniones).
José María Manzanares, (de rioja y oro). Estocada
contraria (silencio). En el quinto, estocada (silencio).
Alejandro Talavante, (de azul pavo y oro). Estocada
(oreja). En el sexto, pinchazo y estocada. Aviso (saludos desde el
tercio).
PARTE MÉDICO
"Herida por asta de toro en cara interna de
muslo izquierdo que provoca desgarro de 15 centímetros en el músculo vasto
interno, diseccionando y lesionando vena safena interna. Pronóstico grave. El
banderillero Antonio Jiménez 'Lili' ha sido trasladado al Hospital Sta. Ángela
de la Cruz".
Fuente de Texto : http://www.torosenelmundo.com/
Editor : German Parra.
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Blogger : http://vamosalostoros72.blogspot.com/
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