domingo, 13 de marzo de 2016

Pura Tauromaquia Noticias y Mucho Más....Plaza de Toros de Valencia "Feria de Fallas de Valencia 2016" : 3ᵉʳ Tercer Festejo de Abono : 2ª Segunda Corrida de Toros : Oreja para Paco Ureña, Mucho Más que Una Tarde de Toros en Valencia

"FERIA DE FALLAS DE VALENCIA 2016" MUCHO MÁS QUE UNA TARDE DE TOROS PACO UREÑA CORTA UNA OREJA.

FERIA DE FALLAS DE VALENCIA 2016: 3ᵉʳ TERCER FESTEJO DE ABONO : 2ª SEGUNDA CORRIDA : TOROS DE ADOLFO MARTÍN :  RAFAEL RUBIO "RAFAELILLO", MANUEL ESCRIBANO Y PACO UREÑA.

Valencia : Feria de Fallas 2016

Valencia, Feria de Fallas, Corrida de Adolfo Martín muy bien presentada pero mala en cuanto a juego. Los Diestros Murcianos Triunfan en una jornada marcada por las manifestaciones en defensa de la fiesta de los toros.

Paco Ureña, Oreja.

Fue mucho más que una tarde de toros. La emoción desbordada de la histórica manifestación se mezclaba con el sonido de los clarines y timbales, y el "Pan y toros" que te sacude en sus primeros acordes. De la reivindicación sensata y cívica dando la cara por la cultura taurina, sin máscaras ni pinturas ni performaces para llamar la atención, a la crudeza de la corrida de toros. Seis de Adolfo ahí para el cartel más redondo de Fallas 2016. Redondo porque si hay tres indiscutibles en su sitio y en su cartel esos eran "Rafaelillo", Manuel Escribano y Paco Ureña. La calle llena y la plaza casi llena. Mucho se tuvieron que volver tras alzar la voz en las calles de Valencia.
La corrida de Adolfo Martín tuvo el diapasón bajo. Escasa de poder. Pero con esa retranca de los grises, que nunca se quedan para cucamonas, pero sin remontar agradecidos. Y poniendo al precio de un potosí esas embestidas, que las hubo. Que si no tuvo poder, exceso de fortaleza, sí permitió el triunfo. Los murcianos "Rafaelillo" y Paco Ureña por poco lo arañan. Qué tíos.
El primero de los Adolfos, el primer "Aviador" de los cuatro que salieron, le puso la pausa a la jornada. Flojo de remos. Demasiado. No acompañó a la tanta dulzura y no hubo qué hacer por parte de Rafael Rubio "Rafaelillo".
Paco Ureña se rompió de toreo. Más puro imposible. Y la entrega, absoluta. Como si quisiera explicar la esencia de todo aquello que había movilizado a 30.000 personas. La verdad de la relación entre el toro y el hombre. Ofreciendo el pecho, ensimismado en sí. Eh, toro. Y rompía por abajo el muletazo enroscado a la cadera. El Adolfo ahí. Una serie de temple rebosante sobre el filo por la derecha. Y de repente un gañafón, una paliza, un pitonazo tan feo que le arranca el corbatín y en el tendido alto de sombra, alguien que debe apreciar mucho a Ureña, se devanecía como si el pitonazo lo hubiera recibido ella. Pero se levantaba Ureña, más sincero aún, le robaba otra serie y de un espadazo lo tumbaba. Caía una oreja fuerte y tras saborearla pasaba a la enfermería.
"Rafaelillo" le pegaba un zapatazo a la tarde. Salía "Madroño" y lo recogía con rodilla en tierra por verónicas auténticas. Sinceridad y una media para que estallara la ovación del coso de Valencia, que desde hace un tiempo acogió a Rafael Rubio e iluminó su torera madurez. No rompe el toro tal cual. Va el esfuerzo. "Rafaelillo" apuesta. La emoción preside aquello. Por la mano diestra, muy abajo. El murciano se crece, le traga, va calando y el pitón izquierdo, resguardado para el final. De repente sucede al natural. Una cuarta de muleta abajo, que extrae el brillo a la embestida y "Madroño" que se resbala hasta allá. Hay fondo y toreo clásico. Una cuarta, abajo, enganchado y atrás. Otro impacto. La faena se multiplica en su final, el espadazo y una oreja que a lo mejor tenían que haber sido dos.
Manuel Escribano estuvo en exceso fácil, salvo en banderillas, que no lo acabó de disfrutar. Lo mejor fue el recibo de capa ante el segundo. Tiene el temple innato. Las verónicas hasta el centro y la media, voladas perfectas. Incluso la larga con las que recibió al quinto tuvieron cadencia. Una a porta gayola y la otra perfecta de compás ya en el tercio. Quien lo tiene lo tiene. Pero de la corrección templada no traspasó más allá. Con su primero emborronó a espadas. Ya con el quinto no encontró continuidad, y eso que por el izquierdo tuvo intención de irse lejos otro de los "Aviadores". Silencio y ovación.
El sexto fue un albaserrada largo y huesudo. Como amiurado. De 600 y poco kilos. Era como los altos: torpe en el movimientos. Mas luego embistió con cierto buen aire. Casi que el mejor. Ureña, que brindó a la organización de la manifa, volvió a sacar insultante pureza, entrega y verdad. Se enfrontiló con el gigantón y se lo ciñó unas cuantas veces. Faena a más. De argumento y toreo caro. La espada le cerró un triunfo merecido. Suyo y de todos. Qué día: ¡para la historia!
Paco Ureña.

FICHA DEL FESTEJO :
Plaza de Toros de Valencia. (España). Domingo 13 de Marzo de 2016. 3ᵉʳ Tercer Festejo de Abono. 2ª Segunda Corrida de La "Feria de Fallas de Valencia 2016”. Toros de Adolfo Martínde buena presentación pese a su desigualdad de volúmenes y en tipo de su encaste, salvo el destartalado sexto. En general, a la corrida le faltó mayor empuje y brío en sus embestidas, aunque hubo algunos ejemplares que se emplearon con nobleza y cierta calidad. serios, sin entrega en el último tercio. desfondado el (1°), dormido y desentendido el noblón (2°), de contada duración por el izquierdo el (3°), agarrado al piso pero muy humillado el (4°), de mejor pitón derecho; se vino abajo el (5°), desfondado el (6°).

Rafaelillo: (de grosella y oro). pinchazo y estocada (silencio); estocada trasera y desprendida —aviso—(oreja).

Manuel Escribano: (de sangre de toro y oro). pinchazo, casi entera baja, trasera y tendida, otro pinchazo —aviso— y descabello (silencio); media estocada (saludos).

Paco Ureña: (de malva y oro). entera trasera, algo desprendida y perdiendo la muleta (oreja); dos pinchazos, casi media —aviso— y dos descabellos (silencio).

Notas: La plaza casi se llenó en tarde fría y ventosa, en el tercer festejo del abono de la Feria de Fallas 2016.


Plaza de toros de Valencia


La plaza de toros de Valencia fue construida entre los años 1850 y 1860​ en el solar de una plaza anterior que por problemas de presupuesto nunca llegó a terminarse. Es neoclásica, concretamente dórico sencillo, inspirada en la arquitectura civil romana, el anfiteatro Flavio (Coliseo),​ o el anfiteatro de Nimes (Francia). Fue construida por el arquitecto valenciano Sebastián Monleón Estellés. Su estructura la forma un polígono de 48 lados, con 384 arcos al exterior, realizados en ladrillo siguiendo el estilo neomudéjar.




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