"FERIA DE SAN ISIDRO DE LAS VENTAS DE MADRID 2015" FRANCISCO ESPADA PLANTA CARA EN LA NOVILLADA.
FERIA DE SAN ISIDRO 2015 MADRID – 18° DECIMOCTAVO FESTEJO DE ABONO : 3ª TERCERA NOVILLADA PICADA : NOVILLOS DE EL MONTECILLO : MARTÍN ESCUDERO, FRANCISCO JOSÉ ESPADA Y JOAQUÍN GALDÓS.
Francisco Espada
planta cara ante la adversidad para matar la novillada al completo, Visitaron
el hule Martín Escudero y Joaquín Galdós para proporcionarle a Francisco la
raza que le faltó hasta hoy.ovillos de Conde de Mayalde,procedencia Domecq
Solís, han sido lidiados en la segunda novillada de la Feria de San
Isidro 2015.
Madrid estaba acojonada cuando
rompió el paseíllo. Habían escuchado, visto en los wasas y leído en
los tuíteresesta frase: "Creo que voy a
ser la alcaldesa de Madrid”. Es lo que
decía una tal Carmena a la que ni los tres novilleros que se jugaron el cuello
ni las 18.000 almas que sentían en su corazón el drama de una tarde a la contra
le importaban un pepino. Sólo le importaba quitar de en medio esta carga social
que es la tauromaquia. En eso estaba pensando Madrid a las siete y un minuto de
la tarde; pero a las nueve y dieciocho el pepino para la plaza entera era esa
amenaza porque la política correcta del arrebato llevaba el nombre de Francisco
Espada: el pepino, para Madrid y su
elección; la gloria, para una plaza de toros.
Era entonces el sexto de la tarde
y Madrid había entregado su único voto a los huevos de
un torero que, a partir del tercero y no antes, había señalado con el dedo
el caminito de Alcalá. No antes porque la vulgaridad le pudo en el segundo.
Tenía la presión de una Olivenza, de un Castellón y de una Valencia en las que
los detalles tacharon el fiel concepto al natural con el que doce meses antes y
ante el mismo hierro reventó Madrid cortando una oreja. Fue actitud
políticamente incorrecta la de un Espada nada acoplado e incluso por momentos con
el arrebato incierto de los que saben que le falta sal a sus embroques. Así
fue un Espada al que la vida le cambió gracias a la fortuna incorrecta de un
volteretón políticamente dramático al debutante Galdós.
No pudo sacar siquiera un escaño cuando por
delantales intimidó con asesinarlo el "montecillo”. No lo hizo, pero sí
que le mandó el sicario del traumatismo cráneo encefálico para
avisarle que las lidias se empiezan con la pata pá lante y los delantales, en
los estatutos políticos de este arte incorrecto llamado tauromaquia, suelen
dejarse tras las varas. Se quedará Madrid esperando a un Galdós que la Fiesta
tiene ganas de ver por su condición de embajador peruano junto a Andrés. Y
Espada, en ese momento, se nos hizo mayor. Buscaba ganarse algo más que el
toreo con el que había hecho aplaudir en vano a la galería en el segundo: y se
puso a torear en el mismo escenario y con la misma materia con la cual había
reventado Madrid doce meses y un minuto atrás en su historia. Fue al cuarto. Al
político e incorrecto cuarto.
Prendió su capote y se fue a toriles en medio de la
ovación por esa gesta políticamente incorrecta que se le venía encima. Reponía el novillo y le faltaba cierta transmisión
pero Espada fue comprendiendo su embestida retrancada en el inicio muleteril
para conseguir muletazos con emoción. Y se quedó quieto al natural. Tan quieto
que logró enamorar en medio del silencio incorrecto de Madrid para cortarle la
oreja.
Minutos más tarde no
se lo pensó y se fue al tercio de la incorrección para plantarle cara a un
quinto que le hizo perder los papeles y enmudecer a Madrid de capa. Roto el
torero y rota la plaza. Meritoria y responsable actitud
de un político vestido de luces que no podía esconder su verdad, esa que sacó a
relucir por derechazos para terminar dando una vuelta al ruedo.
En medio de esa política encubierta, estaba la
incorrección de un callejón que alzaba hacia arriba un pulgar romano clamando
un ¡Ave, César! que daba el sí a la vida a la política incorrecta de Francisco
Espada. El mismo Jiménez le apretó a su hombre en verónicas con mucho garbo al sexto, un novillo que
tras el encuentro con el jaco se propinó una voltereta que condicionó toda la
lidia, algo que solventó la cuadrilla con temple capotero. El de Rufino, que
brindó al doctor García Padrós, sacó la política de la calidad pero le faltó la
política de la clase para que fuera de Puerta Grande. Y en medio de ese baile
electoral llevó Espada a diestras la embestida por abajo con derechazos de
muchísimo gusto, sacando su tauromaquia personalísima. Apostó en el epílogo y
le salió barata una voltereta en la que la merced del novillo le perdonó el
voto a Francisco. Y el palco no le dio una oreja que Madrid pidió obviando su
idiosincrasia como primer escaño taurómaco del mundo.
Políticamente incorrecto fue
lo de El Montecillo: Paco Medina, que es muy dado a hablar de la política
ajena, sacó a relucir incluso ya antes del paseíllo que no iba a romper su
producto. Como no lo hizo. Y la pregunta es por qué salió a la arena cuando ni
los votos allegados ni los expertos matinales daban mayoría absoluta a cuatro
mansos que rompieron en calidad sin fondo. Pero mansos. Es la retórica
política. Y una buena retórica nunca encuentra respuesta.
Fue el punto de inflexión de un novillero que hoy
lo fue gracias a la inteligencia de un César Jiménez que hizo del pasado títere
una presente realidad. De un Martín Escudero inédito y de un Galdós al hule al
que Madrid los espera siempre que la política incorrecta del populismo barato
deje de tocar los huevos. Porque ahora Madrid
dormirá pensando en un Espada que casi alcanzó la gloria incorrecta porque la
política de su misma espada no le dejó salir en volandas.Y
es que se ha ganado su propia verdad madurando gracias a su propia dignidad. La
que falta a una tal Carmena que, por medio de engañabobos, ha salido en boca de
Las Ventas siendo el demonio de una Fiesta que no se cargará en cuatro años.
Políticamente incorrecto es lo que salía pensando Madrid de su plaza de toros
cuando, diez horas antes, una tía se había atrevido a afirmar que la Fiesta es
vulnerable. Tan vulnerable que la va a erradicar. Y nosotros bailaremos sobre
su dignidad en agosto, cuando la democracia en Illumbe nos devuelva lo que hoy
Carmena ha querido arrebatar al toreo. Con o sin política incorrecta. Porque el
Madrid que entró hablando de política salió hablando de toros. Salió hablando
de Francisco Espada.
Plaza de toros Monumental de Las Ventas. Lunes 25 de Mayo de 2015, 18° Décimo Octavo Festejo de Abono, 3ra Novillada con Picadores, "Feria de San Isidro 2015".
Tres cuartos de entrada.
Cuatro novillos de El Montecillo y dos (2º y6º) de Dolores Rufino, desiguales de presencia y de juego. Mejor el motor manso del quinto y la calidad sin fondo del sexto.
David Martín Escudero, herido.
Francisco José Espada, silencio, silencio, ovación, oreja, vuelta al ruedo y ovación de despedida.
Joaquín Galdós, herido.
Parte Médico Martín Escudero: Traumatismo cráneo encefálico con pérdida de conocimiento y conmoción cerebral en observación. Policontusiones. Se traslada al hospital San Francisco de Asís a cargo de la Fraternidad. Pendiente de evaluación neurológica. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia. Fdo: Dr García Padrós.
Parte médico Joaquín Galdós: Traumatismo cráneo encefálico con pérdida de conciencia. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia. Se traslada al hospital San Francisco de Asís, con cargo a la Fraternidad para estudio neurológico. Fdo Dr García Padrós.
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