"FERIA DE FALLAS DE VALENCIA 2015" VICTORIOSO REGRESO DE "EL SORO" EN VALENCIA.
FERIA DE FALLAS DE VALENCIA 2015 : 4° FESTEJO DE ABONO : EL TORERO VALENCIANO "EL SORO" CORTA UNA OREJA.
Última hora : "El Soro" Triunfal Regreso el diestro Valenciano causó el Delirio en su plaza, Idolo de Los 80, Que a sus 52 años, 40 Operaciones y practicamente impedido triunfó a su estilo ante Ponce y José María Manzanares.
CUARTA CORRIDA – FERIA DE FALLAS EN VALENCIA:
Victorioso y esperpéntico regreso de "El Soro".
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Fotos: EFE
Escribo desde la
tristeza. La grotesca gloria de "El Soro" (re)aparecido es la más degradante
derrota para el toreo y para el toro bravo que se haya presenciado jamás.
¡Y en una plaza de primera categoría! Un hombre tullido, hinchado como un
globo, el rostro como Rocky en el último asalto, sostenido en un alza y
en lucha permanente con su destrozada vida y su reconstruida rodilla, le pegó
ayer pases a sus 52 años y tras dos décadas fuera de los ruedos al estereotipo
de toro que los superdotados de la torería andante del siglo XXI exigen para
sus hazañas. Nada más esperpéntico ni más macabro ni más grotesco. El
consentimiento de Enrique Ponce en su día grande de las bodas de plata de
su alternativa y de José María Manzanares nunca se debió producir por amor
propio y dignidad profesional por muchas presiones que hubiese.
"El Soro" les aseguró
el cartel de «no hay billetes» en la vuelta a Valencia y exaltó la plaza con su
sola presencia curvada, encogida la pierna que esconde una ferretería, el
cuerpo deformado como un ocho y las facultades físicas borradas del mapa...
¿Mérito del Soro? Todo y
más. ¿Inconsciencia? Toda y no sólo suya. Aquí existe un tribunal veterinario
para examinar los toros pero no uno médico para los toreros como existe
en el boxeo. A Soro por suerte le salió un amigo de Juan Pedro Domecq y
demostró que se pasa la sabiduría del maestro de Chiva y los abdominales
de Manzanares por el forro de la taleguilla de su raza. Ni falta que le hacen
para parar al toro como su osamenta le permite, clavar banderillas como
un reflejo deformado de su pasado -¡pero las clava incluso al quiebro y al
violín sobre el galope desbocado y las ventajas regaladas!- y alargar los
pases por una y otra mano en una imagen dolorosa.
Brindó Soro a su
familia bajo el eco del alboroto todavía del tercio anterior, y antes de la
segunda tanda agarró una bandera de Valencia y holló el centro del ruedo
como Armstrong la luna en el 69. El extraordinario juampedro de bueno era
santo, y el Soro disfrutó su felicidad mientras el mérito de ponerse
delante de un toro caía a los límites de cuando Morilla se tiró de espontáneo
en 1994 con su alza de 20 centímetros... La espada hizo guardia y luego
se hundió como un clamor. Recogió El Soro exultante la bandera y paseó una
oreja que, ya puestos a joder el Perú, podían haber sido dos...
Vicente celebraba
aquello como la victoria propia que era, como un gol en el Mundial del 82,
cuando el sorismo se hallaba en plenitud, y agitaba a las masas y alzaba
los brazos y cerraba los puños como un niño grande. Luego se fue en el cuarto a
portagayola o algo más lejos y se sentó en una silla. Tócate los
nísperos. Y justo cuando el toro castaño iba alcanzarle se levantó y voló una
larga cambiada temeraria. Y volvió a poner banderillas, a medias con
Montoliu ahora, haciendo molinillos, tirando de pierna y entrepierna. La plaza
enloqueció. Es la España de Max Estrella y Valle.
"El Soro" brindó a
Ponce y se metió en una pelea con el juampedro picantón. Y un tipo se arrancó a
cantar flamenco. Una pesadilla surrealista. De la suerte del volapié salió
rodando el matador con la banda rajada hasta la ingle. Milagrosamente intacto
se levantó agitado para descabellar entre un revuelo de capotes. Los
machos no se le sujetaban en el gemelo inexistente y la taleguilla se le caía.
Volvieron a pedir la oreja con fervor y la cosa quedó en dos vueltas al
ruedo, un corriendo alocadamente. La puerta grande acariciada y la enfermería
abierta.
Cuando sonó la
hora de los maestros apolíneos, apenas Enrique Ponce captó la atención con un
cinqueño que le exigió a media altura más allá del postureo. Y como mató
de un bajonazo le dieron una oreja casi como la ovación de reconocimiento.
Ovaciones hubo para dar y tomar. Por el aniversario, por la orfandad, por
la reaparición. Tantas como brindis de pasteleo entre unos y otros.
Después siguieron
apareciendo toros con más imposibilidad física que "El Soro", y los fenómenos que
se echaron al ídolo de Foyos por delante hicieron un formidable ridículo
entre poses, pinchazos y bajonazos. Pero ninguno se fue a portagayola a dar
replica al cojo que se los merendó. Por listos.
FICHA
DEL FESTEJO :
Plaza de toros de
Valencia. Lunes, 16 de marzo de 2015. 4° Cuarto Festejo de Feria. "Feria de Fallas de Valencia 2015". Lleno de 'no hay
billetes'.
Toros de Juan
Pedro Domecq, incluido el anovillado, blando y parado sobrero (3º
bis), de diferentes remates y seriedades; extraordinario el 1º; sin terminar de
humillar y midiendo el cinqueño 2º; tremendamente flojo y vacío el
aniñado 5º; el 4º se movió con su chispa; bueno sin duración el 6º.
Vicente Ruíz "El
Soro", de verde botella y oro. Estocada que hace guardia
y estocada (oreja). En el cuarto, media que escupe y varios descabellos
(petición y dos vueltas al ruedo).
Enrique
Ponce, de azul rey y oro. Estocada trasera y baja. Aviso
(oreja). En el cuarto, bajonazo (silencio).
José
María Manzanares, de negro y azabache.
Cuatro pinchazos y estocada. Aviso (silencio). En el sexto, bajonazo que hace
guardia y descabello (leve petición y saludos).
Fuente : http://deltoroalinfinito.blogspot.com/2015/03/cualquier-cosa-se-supera-el-soro-o-la.html
Fuente : https://ruben-villafraz.blogspot.com/2015/03/cuarta-corrida-feria-de-fallas-en.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario